miércoles, 1 de junio de 2011

Esa otra luz

Mujer desecha. Tu suspiro se funde con el fondo. Tu cuerpo desaparece. Tu deseo desaparece tras la esperanza de otros. Diez dedos fríos se clavan en la ventana esperando una respuesta. El pelo te llueve por detrás, la lluvia te peina por dentro. Tu vida es una coma, una pausa, un intervalo. Hubo un antes pero el después parece no llegar. En el mientras tanto perdés corporeidad. No te acordás de cómo eras ni de cuándo te empezaste a malgastar. Como una silueta en la sombra, como un hilo de voz antes del silencio. Le das la espalda al futuro y la pena siempre te besa en la cara. El peor sufrimiento es el que no tiene razones, pensás. Y la luz te devora, te mece, te duerme.